Los retos actuales de la familia ante la educación de sus hijos

¿Cuáles son los retos que se plantean hoy desde la familia en la educación de los hijos? Son muchos los acontecimientos, como la industrialización, la urbanización, la expansión y la obligatoriedad de la enseñanza, la bajada de la natalidad y los nuevos sistemas tecnológicos, los que han contribuido a la transformación de la familia tradicional, y el papel y la función educativa de los padres y de las madres ha sufrido una auténtica revolución.

La familia en general, y los padres en particular, constituyen el agente más universal, básico y decisivo en la conformación de la personalidad del individuo. Los padres siguen siendo la principal fuente de referencia para la socialización de sus hijos a través de la transmisión de creencias, valores, normas, actitudes y comportamiento. Además, está constituida por un conjunto de relaciones en las que cada individuo aprende las habilidades que determinarán su interacción con el mundo que le rodea.

La generación actual de padres se ha visto en la obligación de tener que adaptarse a los profundos cambios que se vienen produciendo prácticamente en todas las esferas de la vida, y que probablemente continuarán en un futuro. Pese a ello, existen valores humanos que persisten.

En este nuevo contexto, ¿es necesaria la disciplina? Muchos padres no quieren hablar de ella para no ser identificados como padres autoritarios, puesto que confunden disciplina con castigo, sanción e imposición autoritaria. A esto se añade el rechazo que su aplicación provoca en  los hijos. Por otra parte, es más cómodo para muchos padres ceder ante las protestas que cumplir las normas que supone vivir en familia y en sociedad. Sin embargo, la disciplina en su sentido positivo, como sinónimo de orden, es un requisito indispensable para crecer mejor preparado para las adversidades de la vida.

La gran mayoría de familias son conscientes de que la educación que reciban sus hijos es la única garantía que tienen para abrirse un camino en el futuro. Sin embargo, a pesar del interés que muchos padres muestran porque sus hijos reciban una buena educación, se involucran muy poco en la educación de sus hijos, pero algunos padres manifiestan que, aunque quieren implicarse en la educación de sus hijos, no saben hacerlo o no pueden. Ante esta realidad se plantean interrogantes como, por ejemplo, ¿qué es lo que pueden hacer los padres? La respuesta no es fácil, únicamente se puede comentar algunas sugerencias tomadas de los datos que aportan las investigaciones sobre esta problemática.

Uno de los datos que se repite con más frecuencia es la correlación positiva que existe entre la implicación de los padres y el nivel de logro alcanzado en el colegio, es decir, cuanto más se implican los padres, mayores son los logros que consiguen sus hijos. Sin embargo, como ya se ha dicho, no todos los padres participan activamente en la educación de sus hijos. En lo que más les cuesta implicarse es en cómo marcar los niveles de exigencia, en los hábitos de trabajo y en el seguimiento de los estudios. 

Son numerosos los estudios que destacan que el ambiente familiar incide significativamente sobre la motivación que el alumno pone en juego en el proceso de aprendizaje y sobre el rendimiento académico.

En conclusión, el contexto de la sociedad actual exige a los padres ideas claras y orientaciones acertadas sobre la labor educativa para que sus hijos crezcan de un modo equilibrado, se preparen para la vida y así puedan ser felices.


González-Pineda, Julio Antonio (2007). Los retos de la familia hoy ante la educación de sus hijos: a educar también se aprende. Revista galego-portuguesa de psicoloxía e educación, 15 (2), 187-201.



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