Influencia de los estilos educativos de los padres en la adolescencia

La adolescencia está muy condicionada por los estilos educativos empleados dentro del contexto familiar. Existen tres estilos educativos diferentes de los padres en el ámbito familiar:

  •  Estilo autoritario: No utiliza el afecto y el apoyo. Se basa en el control firme, la imposición de normas y el uso de castigos, y al adolescente sólo se le exige sumisión ante la norma impuesta.
  • Estilo democrático: Tiene como principios básicos el respeto, la exigencia adecuada, el castigo razonable, el control firme, la negociación y explicación de normas, y el refuerzo de los comportamientos deseados más que el castigo de los no deseados. La interiorización de normas y de valores requiere que el hijo no sólo capte el mensaje de los padres, sino que además lo haga suyo y lo utilice.
  • Estilo permisivo: Se caracteriza por la falta de control y de límites, la tolerancia y la renuncia a influir en los hijos. Posteriormente el estilo permisivo se ha dividido en dos: indulgente (Tiene un comportamiento benigno y pasivo, probablemente sin normas y sin expectativas elevadas para sus hijos, no considera importante al castigo) y negligente (Ni tiene control sobre sus hijos, ni se preocupa por ellos; se desentiende de su responsabilidad educativa y desconoce lo que hacen los hijos). 
Conviene señalar que muchos padres no utilizan un solo estilo educativo, sino una combinación de ellos en función de las circunstancias y el momento. Los adolescentes educados por padres democráticos son los que reciben una influencia más positiva de la familia: desarrollan mejores habilidades sociales, son más autónomos y responsables, tienen mejor autoestima, tienen una mejor planificación del futuro, trabajan por recompensas a largo plazo, adquieren una moral autónoma, tienen límites y reglas pero también apoyos, y mayor probabilidad de evitar comportamientos de riesgo. Los adolescentes educados por padres autoritarios se caracterizan por lo contrario: pocas habilidades sociales y comunicativas, obediencia y conformidad, poca iniciativa, baja autoestima, moral heterónoma, planificación impuesta y necesidad de refuerzos a corto plazo para el trabajo. Los adolescentes educados por padres indulgentes a veces son menos maduros, más irresponsables, tienen buenas habilidades sociales con los iguales, alta autoestima, nula planificación y trabajo y mayor riesgo de abuso de drogas. Los adolescentes educados por padres negligentes gozan de escasas habilidades sociales, nula planificación, baja autoestima, estrés psicológico y problemas de conducta.

Montañés, M., Bartolomé, R., Montañés, J., Parra, M. (2008) Influencia del contexto familiar en las conductas adolescentes. Ensayos, (17): 397-399

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